Lago Bled, Eslovenia

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Reflejos helados y picos nevados. Lago Bled, Eslovenia

Aunque recuerda a los lagos de Covadonga en Asturias, el lago Bled, en Eslovenia, es único. Este hermoso lago, muy visitado en verano, adquiere en invierno un aire mágico: sus aguas esmeralda se tornan más suaves, y la isla de Bled, con su pintoresca iglesia, parece un cuento de hadas invernal.

Con 1,45 kilómetros cuadrados de superficie, rodeado por los Alpes Julianos, el lago se formó hace más de 14.000 años por actividad glacial y tectónica. Hoy, la isla alberga la Iglesia de la Asunción, del siglo XVII, donde los visitantes tocan la "campana de los deseos" para atraer la suerte.

Si decides visitar este lago, no dejes que el frío te detenga. Pasea alrededor del lago, sube a bordo de una embarcación tradicional llamada pletna para llegar a la isla, o dirígete al castillo, desde donde disfrutarás de vistas panorámicas. ¿Eres más aventurero? Entonces te interesará saber que hay muchas pistas de esquí cerca del lago. Y antes de irte, date un capricho con una rebanada del pastel típico de Bled, similar a las milhojas de crema y nata, pero conocido como kremna rezina, que significa "trozo de crema".