Casas de pescadores en Smögen, Suecia
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Surströmming, un delicioso olor a putrefacción
El histórico muelle de madera de Smögen, en Suecia, estará hoy a rebosar de gente participando en una singular degustación que siempre comienza el tercer jueves de agosto. Se trata del “surströmming", o la cata del arenque fermentado. Es un día en el que los suecos se arman con un abrelatas para disfrutar de una de sus tradiciones gastronómicas más intensas y arraigadas. Si nunca has participado en una "surströmmingsskiva", prepara un cubo de agua y tápate la nariz.
Entre abril y mayo se pescan los arenques frescos en el Báltico y acto seguido se salan lo justo para evitar que se pudran y se meten a fermentar en barriles durante dos meses. Después se enlatan para que sigan fermentando hasta que llega este momento. Cuando se abren las conservas el olor es indescriptible. De hecho, se suele hacer con la lata sumergida en agua para intentar aplacar el hedor que desprende y que se debe a la bacteria halonaerobium, la responsable de la fermentación. Luego se sirven los arenques acompañados de pan sueco, mantequilla, patatas y cebolla cruda picada, con una cerveza o algún licor más fuerte como bebida. Los que prueban este plato por primera vez suelen decir que es uno de los manjares más repugnantes que se han llevado a la boca. Los que ya lo conocen lo consideran delicioso.