Una presa de castores en el bosque nacional Sawtooth, Idaho, EE.UU
© Charles Knowles/Alam
Ingeniería forestal. Los ingenieros del bosque
Bienvenidos al bosque estadounidense de Sawtooth, en Idaho. El paisaje que te mostramos hoy en la foto es de una belleza innegable, pero lo que nos interesa en esta ocasión es lo que hay en la mitad inferior de la imagen. Ese salto que da el agua se debe a una presa que no es natural, aunque tampoco ha sido levantada por el hombre.
La ha construido un grupo de castores, unos roedores fascinantes que bien podrían recibir el título de ingenieros, porque son capaces de transformar el entorno como ningún otro animal. Y al hacerlo, suelen regenerar el ecosistema, ya que con sus obras propician la aparición de humedales allí donde no los había, que luego atraen a otras especies, tanto de aves como de peces.
Generalmente refuerzan sus presas antes del invierno con el objetivo de crear un estanque de aguas tranquilas en cuya orilla construirán sus madrigueras, a las que sólo se podrá acceder bajo el agua para evitar visitas inesperadas. Pero antes, habrán ido fabricando otros diques secundarios río arriba que irán regulando poco a poco la fuerza de la corriente. De modo que, sin quererlo, los castores van filtrando el agua de nitratos y otros compuestos químicos, saneando las vegas y contribuyendo a la reforestación ribereña.