Aurora austral sobre la base Halley VI, en la Antártida
© Stuart Holroyd/Alam
El resplandor austral. El observatorio del cambio climático
Tal día como hoy hace sesenta años se firmaba en Washington el Tratado Antártico que establece el marco legal para administrar este territorio. Por eso hemos escogido la imagen que hoy puedes ver en tu pantalla. Se trata de la base Halley, coronada por una aurora austral. Esta estación científica lleva seis décadas recogiendo datos sobre el cambio climático, y los módulos que la componen han tenido que ser sustituidos en seis ocasiones debido a las condiciones extremas que se registran en estas latitudes.
La actual versión, Halley VI, cuenta con pilares hidráulicos para mantener los módulos habitables aislados de la nieve, y con esquíes retráctiles que permiten mover esos módulos cuando las condiciones lo requieren. Esta base es capital en la investigación medioambiental. Aquí se descubrió en 1985 el agujero de la capa de ozono. Y desde 2017, los científicos supervisan la evolución de las fracturas que está sufriendo la barrera de hielo Brunt como consecuencia del calentamiento global.
La Antártida es un espacio protegido desde que se firmó el tratado de 1959. En ese documento, ratificado hoy por 54 países, se prohíbe cualquier ensayo armamentístico o prueba militar, reduciendo la actividad que puede desarrollarse al estudio científico. También se paralizan las reclamaciones territoriales mientras el acuerdo siga vigente. Los Estados que antes de 1959 se disputaban la soberanía del continente helado son Argentina, Chile, Australia, Nueva Zelanda Francia, Reino Unido y Noruega. Y Estados Unidos y Rusia se han reservado el derecho a participar en el reparto en caso de que alguno de los anteriores reclame la parte del territorio al que aspira.