Puesta de sol en la costa, Cala S'Alguer, Costa Brava, España
© DEEPOL by plainpicture/David Santiago Garci
Un paraíso en España. Cala S'Alguer, Costa Brava
Ya estamos en septiembre, pero eso no quiere decir que el verano haya terminado y no podamos descubrir un poco más sobre los paraísos en España. Hoy viajamos a la Costa Brava que es sol, playa, calas escondidas entre la vegetación, baños refrescantes, aguas cristalinas, tranquilidad, paseos por los caminos de ronda, poblaciones marineras con encanto... Pues coge tu agenda, encuentra el próximo hueco en ella y prepárate para un gran día –o todos los que puedas– de playa.
Casi una tercera parte de la Costa Brava y el Pirineo de Girona es espacio natural protegido. Son ocho parques naturales, de contrastes espectaculares, que te permitirán visitar desde las cumbres nevadas hasta las playas y las calas más encantadoras del Mediterráneo en pocos kilómetros. En una costa con 214 kilómetros encontrarás playas impresionantes, pero también, pueblos de pescadores, poblaciones rurales de alta montaña, monasterios e iglesias románicas, ruinas grecorromanas, juderías y fortificaciones medievales. Para todo el legado surrealista de Salvador Dalí.
Hasta la llegada de la economía del turismo, muchas de las localidades de la región costera eran pequeños pueblos de pescadores de casas encaladas y estrechas callejuelas. Sus habitantes, sus tradiciones y la belleza natural de la región despertaron el interés de artistas y escritores como Marc Chagall, Picasso, o Dalí. Los turistas se quedan maravillados con las playas de la Costa Brava, pues se caracterizan por la calidad y temperatura de sus aguas, muchas de estas playas les fue atribuido la Bandera Azul (símbolo de calidad y limpieza de sus aguas). Otro de los rasgos característicos de la Costa Brava son las pequeñas calas o playas escondidas, rodeadas de vegetación, debido a la erosión del mar sobre los acantilados. Algunas sólo son accesibles desde el mar y a muchas otras sólo se puede llegar por caminos costeros.