Interior del Gran Templo de Abu Simbel, Egipto
© George Steinmetz/Getty Image
Patrimonio de la humanidad
Tal día como hoy hace 74 años entraba en funcionamiento una de las agencias más conocidas y prestigiosas de Naciones Unidas. Hablamos de la UNESCO, el organismo que se encarga de promover la educación, la ciencia y la cultura. Y para celebrarlo hemos seleccionado una imagen del templo egipcio de Abú Simbel, porque si la ONU no hubiera reaccionado a tiempo, es probable que este lugar estuviera ahora sumergido bajo las aguas del Nilo.
Cuando el gobierno egipcio aprobó la construcción de la presa de Asuán, en 1950, un grupo de expertos internacionales alertó de los riesgos que esas obras representaban para el patrimonio cultural que había alrededor. Y bajo el paraguas de Naciones Unidas propusieron mover el templo de Ramses II y otros adyacentes hasta un lugar más seguro, fuera del alcance del embalse y no muy lejos de su emplazamiento original. Una locura, pensaron muchos, que sin embargo funcionó.
Trasladar todo el complejo por bloques fue, nunca mejor dicho, una obra faraónica. Se tardaron cuatro años y costó una fortuna (más de 40 millones de dólares de la época), pero gracias a ello se consiguió salvar una joya arquitectónica de un valor incalculable. Desde entonces, la UNESCO ha protegido más de 1.000 construcciones y parajes naturales irrepetibles declarándolos patrimonio de la humanidad.