Corzo corriendo sobre la hierba en Normandía, Francia
© Gerard Lacz/Minde
¡Que comience la acción!. Normandía, Francia
En Europa, los meses de mayo y junio anuncian el nacimiento de hermosas crías de corzo, preferiblemente en matorrales, lejos de miradas indiscretas. El corcino pertenece a la familia de los cérvidos y es la cría de un corzo.
Los corcinos son muy vulnerables y dependen totalmente de su madre para sobrevivir. Suelen ir adornados con un pelaje moteado que les ayuda a mimetizarse con el entorno para eludir a los depredadores. Con el tiempo, este pelaje se desvanece y las crías adquieren uno nuevo más parecido al de los adultos.
La época de los corcinos es un momento maravilloso para observar la naturaleza y apreciar el nacimiento y crecimiento de estos magníficos animales. Sin embargo, ¡ten cuidado! Si encuentras un corzo en el bosque, no lo toques. Nacen sin olor para evitar ser detectados en la naturaleza, ya que sus madres tienen un olfato muy desarrollado. Si detectan un olor extraño, abandonarán a sus crías. En lugar de eso, ponte en contacto con un veterinario que pueda orientarte sobre cómo interactuar sin afectar al animal.