Château d'If, en Marsella, Francia
© Boris Stroujko/Shutterstoc
Tras la pista de Edmundo Dantés. La prisión del conde de Montecristo
Si te gustan las novelas de aventuras, seguro que este castillo te recordará a un personaje legendario. Es el Château d’If, situado frente a la bahía de Marsella, el lugar que Alejandro Dumas escogió para encerrar al protagonista de su obra maestra. Hablamos, por supuesto, de “El conde de Montecristo” y aunque Edmundo Dantés nunca existió, esta fortaleza sí que sirvió como prisión a lo largo del siglo XVI.
Se encuentra sobre un islote a poca distancia de la costa y fue construida entre 1527 y 1529 por orden del rey Francisco I. Originalmente se concibió como un baluarte defensivo para proteger la ciudad, pero una vez fue terminado nunca tuvo que repeler ataque alguno, así que acabó convirtiéndose en una cárcel, ya que, como Alcatraz en San Francisco, se encuentra rodeado de peligrosas corrientes que hacen imposible escapar de allí a nado, pese a que Dantés sí lo consiguió en la ficción.
Hoy en día es una de las mayores atracciones que tiene Marsella, y en su planta baja se puede visitar incluso una mazmorra que recrea la que Dumas imaginó para el conde de Montecristo. Si quieres verla, tendrás que tomar alguno de los barcos que zarpan a diario de los muelles del Vieux-Port, otro de los grandes reclamos turísticos de la ciudad.